Las tarjetas RFID y las etiquetas NFC realizan funciones similares, pero funcionan de maneras bastante diferentes en su interior. Desglosemos sus diferencias. RFID significa Identificación por Radiofrecuencia, y NFC es Comunicación de Campo Cercano. Ambas son tecnologías inalámbricas. RFID se utiliza ampliamente para rastrear objetos y gestionar inventarios. NFC, por su parte, deriva de la tecnología RFID, aunque se centra en conexiones de corta distancia, como las que vemos en sistemas de pago por aproximación en tiendas. En cuanto a su funcionamiento, RFID opera en varias frecuencias, incluyendo bajas, altas y de ultra alta frecuencia. NFC se limita principalmente a una frecuencia específica de aproximadamente 13,56 MHz. Esta particularidad hace que NFC sea ideal para interactuar con teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles, ya que las señales no viajan una distancia suficiente como para causar problemas de interferencia.
Estas soluciones tecnológicas funcionan de manera diferente dependiendo de su aplicación. Las etiquetas RFID destacan especialmente cuando es necesario realizar un seguimiento en tiempo real, lo que las convierte ideales para la gestión de mercancías en almacenes, ya que permiten lecturas desde distancias mucho mayores que otras opciones. En contraste, la tecnología NFC requiere una proximidad bastante cercana para funcionar correctamente, por eso se utiliza principalmente en pagos móviles en tiendas. Según investigaciones publicadas en el Journal of Business Logistics, las empresas que migraron a RFID para el control de inventarios experimentaron mejoras de aproximadamente un tercio en la velocidad de sus operaciones en comparación con los códigos de barras tradicionales. Estas cifras muestran claramente el impacto significativo que pueden tener estas tecnologías en diversos sectores industriales. Ayudan a simplificar procesos y aumentar la productividad no solo en áreas de envío y recepción, sino también directamente en entornos minoristas donde la rapidez es crucial.
La tecnología RFID viene en dos versiones principales: pasiva y activa, cada una con sus propias ventajas y desventajas según las necesidades de la industria. Las etiquetas RFID pasivas no tienen baterías en su interior, sino que obtienen toda su energía del campo electromagnético del lector cuando las escanea. Debido a esta característica de diseño, los sistemas pasivos suelen ser mucho más económicos, razón por la cual los vemos por todas partes en tiendas, para cosas como la gestión de inventario, donde nadie necesita realmente que esas etiquetas funcionen desde el otro extremo de la sala. Los sistemas RFID activos presentan una historia diferente. Estos dispositivos incorporan baterías que les permiten enviar señales mucho más lejos de lo que pueden lograr las pasivas. Ese alcance adicional hace que el RFID activo sea ideal para el seguimiento de mercancías en almacenes o para controlar vehículos que circulan por puertos y centros de distribución, donde es crucial saber exactamente dónde se encuentra algo en todo momento.
Los distintos sistemas RFID aportan cada uno algo valioso. A las tiendas minoristas y bibliotecas les encanta el RFID pasivo porque no requiere mucho mantenimiento y mantiene los costos bajos. Por otro lado, el RFID activo tiene un alcance excelente que lo hace absolutamente esencial para el seguimiento de grandes envíos y maquinaria pesada en almacenes. Según cifras de SNS Insider, el RFID pasivo representó aproximadamente el 73% del mercado en 2023, principalmente porque las empresas buscan soluciones más sostenibles y una mejor relación calidad-precio. Mientras tanto, el RFID activo está ganando terreno rápidamente a medida que las cadenas de suministro implementan tecnologías de rastreo más inteligentes. Las instalaciones de salud ya están viendo beneficios al utilizar estos sistemas para la gestión de equipos médicos, mientras que los fabricantes los consideran invaluables para hacer un seguimiento de los activos en las líneas de producción. Ambos tipos parecen destinados a expandirse aún más en diversos sectores en los próximos años.
Los minoristas que adoptan la tecnología RFID suelen observar una precisión mucho mayor en su inventario en todas sus tiendas. Investigaciones muestran que cuando las empresas instalan sistemas RFID, a menudo logran un aumento de aproximadamente el 20 por ciento en la precisión con la que conocen lo que realmente tienen en sus estanterías. Esto es importante porque reduce los problemas de merma. Cuando las tiendas pueden rastrear exactamente qué artículos se mueven a través del sistema, detectan problemas de robo más rápidamente y pierden menos productos en general, lo que les ahorra dinero significativo a largo plazo. Tome Walmart como ejemplo: implementaron RFID en miles de ubicaciones y observaron mejoras dramáticas en sus registros de inventario en cuestión de meses. Más allá de combatir la merma, también hay otros beneficios. Los conteos de inventario toman mucho menos tiempo de completar, y los clientes terminan más satisfechos ya que los productos están disponibles cuando se necesitan. La verdadera magia ocurre con esas actualizaciones en tiempo real. Los gerentes de retail ya no tienen que adivinar qué necesita reabastecimiento, y los compradores encuentran lo que desean sin tener que recorrer pasillos vacíos buscando algo que supuestamente existe en otra parte de la tienda.
La gestión omnicanal básicamente busca crear experiencias de compra fluidas sin importar dónde compren los clientes, en línea o fuera de línea, y la tecnología RFID es realmente importante para hacer que todos esos canales diferentes funcionen juntos. Cuando las tiendas usan etiquetas inteligentes con RFID, pueden ver exactamente dónde están sus productos en cada momento. Esto significa que cuando algo se agota en una ubicación, el sitio web se actualiza casi instantáneamente para que nadie solicite algo que ya no está disponible. El resultado es un procesamiento de pedidos más rápido y menos errores, lo que hace que los compradores estén más contentos en general. Expertos del sector han notado que cada vez más minoristas están comenzando a implementar sistemas RFID en sus almacenes y tiendas. A medida que continúa esta tendencia, vemos mejoras reales en la eficiencia con que los productos llegan del estante al cliente. Las empresas que invierten en este tipo de soluciones de rastreo descubren que pueden responder con mayor rapidez a lo que los clientes desean ahora, en lugar de a lo que querían el mes pasado. Aunque existen costos iniciales, muchas empresas reportan ahorros a largo plazo y mejores relaciones con sus clientes habituales en el acelerado cambio del panorama retail actual.
La tecnología RFID está ganando mucha importancia estos días para la identificación de pacientes en hospitales y clínicas. Cuando los hospitales utilizan chips RFID en pulseras en lugar de las pulseras plásticas tradicionales, se reducen errores y se incrementa la seguridad. Lo interesante de estas etiquetas RFID es que permiten al personal seguir la ubicación de los pacientes en todo momento, asegurando así que médicos y enfermeras administren los medicamentos correctos a la persona adecuada cada vez. Algunas investigaciones muestran que los hospitales que usan sistemas RFID registran aproximadamente la mitad menos errores en la administración de medicamentos, lo cual marca una gran diferencia en la seguridad y eficacia del manejo de medicamentos. Por ejemplo, el Hospital de Nordland en Noruega implementó su sistema RFID el año pasado y observó mejoras notables no solo en seguridad, sino también en la eficiencia operativa del día a día. Además, RFID ayuda a los hospitales a cumplir con las regulaciones, ya que mantiene registros digitales detallados de todo, desde el momento en que se dispensa una píldora hasta quién la recibió y exactamente cuándo.
Los sistemas RFID desempeñan un papel importante en el control de los procesos de esterilización dentro de hospitales y clínicas, asegurando que todo el equipo sea limpiado adecuadamente antes de entrar en contacto con los pacientes. El personal médico coloca pequeñas etiquetas RFID en los instrumentos quirúrgicos y otros equipos para poder seguir exactamente cuándo los artículos pasan por ciclos de esterilización y mantener registros detallados de todo el proceso. Cumplir con los requisitos regulatorios es absolutamente esencial en el sector sanitario, y la tecnología RFID facilita mucho los procesos de auditoría, ya que documenta automáticamente cada paso del proceso de esterilización, lo que ayuda a que las instalaciones superen las inspecciones de manera más consistente. Considere, por ejemplo, cómo estos sistemas habilitados para RFID registran realmente las lecturas de temperatura, marcas de tiempo y niveles de presión durante cada ciclo de esterilización, creando registros detallados que permiten rastrear fácilmente el historial del equipo. Este tipo de seguimiento es muy importante para prevenir infecciones y garantizar la seguridad de los pacientes, algo que los administradores hospitalarios conocen perfectamente tras haber enfrentado brotes causados por instrumentos que no fueron esterilizados correctamente.
El seguimiento a nivel de palet brinda a las empresas una visibilidad mucho mejor en toda la cadena de suministro global, permitiéndoles ver exactamente hacia dónde se mueven las mercancías en tiempo real. Cuando las empresas instalan etiquetas RFID en sus productos, suelen reducir los períodos de espera y hacer que el inventario se mueva más rápidamente a través de los almacenes. Por ejemplo, un gran fabricante logró reducir sus plazos de entrega en aproximadamente un 30 % después de implementar mejores sistemas de seguimiento. Este tipo de mejora resulta muy importante para mantener las cadenas de suministro resistentes ante problemas inesperados y asegurar que los productos lleguen puntualmente. Las grandes tiendas comerciales han estado utilizando la tecnología RFID durante años para seguir los palets mientras se trasladan entre centros de distribución, lo que ahorra costos y mantiene las operaciones funcionando sin contratiempos. Los profesionales del sector destacan constantemente la importancia de este tipo de tecnologías para construir cadenas de suministro capaces de resistir perturbaciones y continuar operando incluso en momentos difíciles.
La tecnología RFID desempeña un papel importante en el seguimiento del trabajo en proceso a lo largo de las líneas de ensamblaje, logrando que las operaciones fluyan mejor y aumentando la productividad en general. Cuando las empresas pueden rastrear exactamente dónde están los productos en cada etapa del ensamblaje, obtienen mejoras reales en la velocidad de circulación del sistema y un mayor control sobre los problemas de calidad. Una fábrica logró reducir su ciclo de producción en aproximadamente un 20% después de instalar etiquetas RFID, además de observar menos defectos en los productos terminados. Analizando diversos informes del sector, está claro que muchos fabricantes líderes han experimentado transformaciones similares desde que adoptaron estos sistemas. Los expertos del sector creen que RFID será aún más esencial en el futuro, ya que proporciona a los gerentes acceso inmediato a los datos necesarios para mantener las líneas de ensamblaje funcionando eficientemente y adaptarse rápidamente cuando las condiciones del mercado cambien inesperadamente.