La tecnología RFID funciona mediante campos electromagnéticos para detectar y seguir etiquetas adheridas a artículos, revolucionando la forma en que rastreamos objetos en el embalaje. Cada etiqueta RFID posee un número de código único que es captado por lectores ubicados estratégicamente a lo largo de la ruta de la cadena de suministro. Estos lectores escanean los paquetes en distintos puntos, desde el almacén hasta el estante de la tienda, permitiendo que las empresas conozcan con exactitud la ubicación de sus mercancías en cualquier momento. ¿Cuál es la mayor ventaja? Se reducen los errores provocados por conteos manuales de inventario, ya que todo se rastrea automáticamente. Además, los gerentes pueden visualizar en tiempo real cómo se maneja el inventario, en lugar de esperar informes semanales. Cuando las empresas pegan etiquetas RFID directamente en el embalaje del producto, recopilan enormes cantidades de información útil sobre cómo se desplazan los productos a través de los almacenes, cómo se cargan en camiones e incluso cómo se almacenan antes de llegar al cliente. Esta clase de información detallada ayuda a construir sistemas logísticos más eficientes, lo que hace que los clientes estén satisfechos al recibir sus pedidos puntualmente. Para muchas empresas hoy en día, las etiquetas RFID se han convertido en herramientas esenciales para la gestión de inventarios en todas las etapas de producción y distribución.
La elección entre etiquetas RFID y NFC para productos alimenticios realmente depende de la distancia a la que necesiten comunicarse. RFID funciona mejor cuando es necesario hacer seguimiento desde una distancia considerable, lo cual marca toda la diferencia en grandes almacenes donde miles de artículos se mueven diariamente. A los gerentes de almacén les encanta porque les permite controlar el movimiento de cada cosa sin necesidad de revisar manualmente cada caja. Por otro lado, NFC solo funciona cuando algo está extremadamente cerca, normalmente a no más de 4 centímetros de distancia. Por eso vemos NFC cada vez más en el empaquetado actual. Simplemente toca una etiqueta con el teléfono y listo, los clientes obtienen información sobre ingredientes, historias de origen o incluso recetas. Para las empresas que intentan decidirse entre una u otra opción, conocer bien sus ventajas resulta fundamental. RFID sigue siendo la mejor opción para hacer seguimiento de grandes cantidades a través de las cadenas de suministro, pero si el objetivo es involucrar a los compradores directamente en el estante, nada supera a NFC para crear esos momentos extra de conexión que convierten a compradores casuales en fieles defensores de la marca.
La tecnología RFID proporciona a las empresas una visión en tiempo real de qué artículos perecederos tienen realmente disponibles, ya que estos productos naturalmente no duran para siempre. Este tipo de visibilidad ayuda a las tiendas a tomar decisiones más inteligentes sobre qué hacer con sus existencias, reduciendo el desperdicio de alimentos y manteniendo la seguridad para los clientes. Cuando las tiendas automatizan sus revisiones de inventario utilizando etiquetas RFID, pueden identificar más rápidamente los artículos que se acercan a sus fechas de vencimiento. Entonces pueden vender esos artículos rápidamente o deshacerse de ellos adecuadamente antes de que se dañen. Según algunos expertos en investigación de mercados, las cadenas de supermercados que implementan sistemas RFID observan una reducción de aproximadamente el 30% en estanterías vacías. Esto habla por sí solo sobre la efectividad de esta tecnología en la gestión de inventario perecedero.
Las etiquetas RFID proporcionan una forma bastante eficaz de rastrear el origen de las bebidas y asegurar que sean auténticas. El hecho de que estas etiquetas sean difíciles de copiar hace que las bebidas falsificadas encuentren obstáculos para colarse en el sistema de distribución. Cuando las empresas colocan esos códigos RFID especiales y encriptados en sus productos, básicamente están luchando contra la falsificación y protegiendo a los clientes de productos copiados. Esto no solo protege a los consumidores, sino también la percepción que tienen las personas sobre la marca. Según cierta investigación publicada por expertos del sector bebidas, aproximadamente uno de cada siete fabricantes de bebidas ha tenido problemas con productos falsos que se han mezclado en algún punto de la cadena. Por tanto, esta tecnología no es solo un artilugio sofisticado, sino que responde a desafíos reales del mercado a los que se enfrentan los fabricantes en la actualidad.
Cuando la tecnología RFID funciona junto con sensores de temperatura, permite a las empresas monitorear los cambios de temperatura en tiempo real durante el almacenamiento y transporte de productos perecederos. Esto ayuda a las empresas a cumplir con las normas de seguridad establecidas por organismos reguladores. El sistema actúa básicamente como un vigilante digital que reduce los riesgos de deterioro y genera registros detallados que resultan muy útiles durante inspecciones o al rastrear el historial del producto. Algunas investigaciones indican que los fallos en la cadena de frío causan aproximadamente un cuarto de todo el desperdicio de alimentos. Esto hace que los sistemas RFID sean bastante esenciales para cualquiera que maneje productos sensibles a la temperatura, ya que garantizan que estas mercancías delicadas lleguen de un punto A a un punto B sin comprometer su calidad o seguridad.
Xinyetag fabrica tarjetas con chips RFID que las empresas pueden personalizar para rastrear alimentos a lo largo de la cadena de suministro. Estos chips recopilan información detallada en cada etapa, facilitando enormemente conocer exactamente dónde ha estado cada producto. Para empresas alimentarias que desean rastrear artículos o lotes individuales, esta tecnología ayuda a crear registros detallados desde que los ingredientes salen de la granja hasta que llegan a las estanterías de las tiendas. Las empresas que implementan sistemas RFID suelen descubrir que sus procesos de control de calidad se vuelven más eficientes, al mismo tiempo que obtienen una mejor visibilidad en sus operaciones. Lo realmente interesante es cómo estos sistemas permiten a los consumidores verificar el origen de sus alimentos y lo que ocurrió durante el transporte. Algunas cadenas de supermercados ya ofrecen aplicaciones que muestran registros de temperatura y el historial de manipulación de productos frescos. Todo este sistema genera confianza, ya que todas las partes involucradas pueden ver la misma información, algo que resulta fundamental al manejar cuestiones como las fechas de vencimiento y las condiciones adecuadas de almacenamiento para mercancías perecederas.
Los sistemas RFID suelen requerir una gran inversión inicial, algo que puede disuadir realmente a las empresas que piensan en adoptar esta tecnología. Pero cuando las compañías planifican cuidadosamente e implementan el sistema por etapas, tienden a manejar mejor esos costos con el tiempo y finalmente obtener buenos retornos de lo invertido. Trabajar de la mano con proveedores de RFID ayuda a crear soluciones que realmente se adaptan a cómo opera un negocio día a día. Este tipo de colaboración facilita la gestión de gastos mientras se aprovecha al máximo la tecnología RFID para satisfacer necesidades específicas. Muchas organizaciones han notado una reducción significativa en sus costos operativos después de integrar con éxito RFID, en algunos casos alrededor del 20% o incluso el 30%. Estos resultados reales demuestran lo sensato que puede ser financieramente el uso de la tecnología RFID para las empresas dispuestas a hacer el compromiso inicial.
A medida que el embalaje con tecnología NFC se va haciendo más común en diversos mercados, la protección de los datos se ha convertido en un asunto crucial para las empresas. Las compañías que trabajan con tecnología de Comunicación de Campo Cercano (NFC) deben considerar seriamente el uso de técnicas de cifrado y medidas sólidas de seguridad si quieren evitar que información sensible caiga en manos equivocadas. La confianza del consumidor es fundamental en este contexto, además de cumplir con las normativas de protección de datos vigentes. Algunos estudios indican que las marcas que toman en serio la seguridad de los datos en su embalaje logran un aumento de aproximadamente el 40% en la confianza del cliente al adquirir productos. Últimamente se está prestando más atención a las etiquetas NFC seguras, especialmente a medida que los minoristas buscan generar confianza a través de una mayor transparencia en el movimiento de los productos a lo largo de las cadenas de suministro.
Cuando la tecnología RFID se combina con dispositivos IoT, está cambiando por completo la forma en que funcionan las cadenas de suministro. Las empresas ahora reciben actualizaciones en tiempo real sobre la ubicación de los productos en cada momento, lo que les brinda una supervisión mucho más precisa de toda su operación. La combinación de estas dos tecnologías proporciona a las empresas todo tipo de datos útiles que les ayudan a gestionar los niveles de inventario de manera más inteligente y optimizar la logística de envío. Más allá de simplemente hacer que las operaciones fluyan con mayor suavidad, esta integración permite a los gerentes tomar decisiones rápidas cuando surgen problemas, asegurando así que las mercancías lleguen a tiempo y evitando gastos innecesarios. A largo plazo, el mercado de IoT está previsto que alcance aproximadamente los 1.6 billones de dólares para 2025 según pronósticos recientes. Este tipo de crecimiento deja en claro por qué más organizaciones están adoptando estas soluciones inteligentes. Estamos presenciando una transformación a nivel industrial hacia sistemas conectados que ofrecen a todos los involucrados una visión más clara de lo que ocurre a lo largo de toda la cadena de suministro.
La sostenibilidad se ha convertido en una preocupación importante para las marcas en la actualidad, por lo que no sorprende que las etiquetas RFID biodegradables y reciclables estén ganando popularidad rápidamente. Las opciones de RFID ecológicas no solo mejoran la reputación de una empresa, sino que demuestran un compromiso real con la protección de nuestro planeta, algo que es muy importante para los consumidores que se preocupan por el medio ambiente. Cuando las empresas reducen los desechos y optan por materiales más sostenibles, suelen obtener mejores resultados en el mercado. Estudios han mostrado que alrededor del 70 por ciento de las personas prefieren apoyar empresas que toman en serio la sostenibilidad, lo que hace que las etiquetas RFID ecológicas sean bastante valiosas desde el punto de vista empresarial. El sector del embalaje también está experimentando desarrollos interesantes en este aspecto. Cada vez más fabricantes están comprendiendo que actuar de forma sostenible no solo es bueno para el planeta, sino que también tiene sentido financiero al considerar los costos a largo plazo y las relaciones con los clientes.